El asesinato es el cargo más grave al que puede enfrentarse una persona, y exige una defensa valiente, estratégica y experimentada. En Texas, los casos de asesinato y homicidio pueden conllevar penas que van desde décadas de prisión hasta cadena perpetua sin libertad condicional. Desde el momento en que lo acusan, o incluso lo investigan, necesita un abogado defensor que pueda comenzar de inmediato a proteger sus derechos y a construir su caso.
Ray Vázquez tiene la experiencia judicial y la compostura necesarias para una defensa penal de alto riesgo. Como ex fiscal del condado de Harris, comprende cómo el Estado construye casos complejos de homicidio, desde la recopilación de pruebas forenses hasta el trabajo con testigos expertos. Ahora, como abogado defensor, utiliza ese conocimiento interno para identificar las debilidades en la narrativa de la fiscalía, impugnar las pruebas erróneas y elaborar una estrategia de defensa convincente adaptada a cada caso.
No hay margen de error cuando se trata de cargos de asesinato. Ya sea que se enfrente a acusaciones de asesinato en primer grado, homicidio u homicidio por negligencia criminal, Ray adopta un enfoque proactivo y exhaustivo. Esto incluye analizar los informes de las autopsias, las imágenes de vigilancia, las cámaras corporales de la policía, la credibilidad de los testigos y las motivaciones que sustentan la teoría del Estado. También explora cuidadosamente las posibles defensas, como la defensa propia, la falta de intención o la identidad equivocada, en función de los hechos específicos de su caso.
Toda persona acusada de un delito grave merece un defensor poderoso, y Ray cumple precisamente con eso. Trata a los clientes con dignidad, mantiene informadas a las familias y nunca se retracta ante una impugnación en la sala del tribunal. Si usted o un ser querido se enfrentan a cargos de asesinato en Texas, recurra a un abogado defensor que aporte una experiencia comprobada y un compromiso inquebrantable en cada caso.
¡Palabras sinceras de aquellos que han estado donde tú estás y han salido victoriosos!
«Doy gracias a Dios por ponerte en mi vida. Si tuviera otro abogado, tendría un número TDCJ ahora mismo... No estaría aquí con mi familia sin ti. Estoy sobrio, en mi propia casa, me va bien en libertad condicional. Dios los bendiga a usted y a su familia».
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